Implementación de ejercicios visuales para mejorar el rendimiento de futbolistas

Abstract

El fútbol europeo ha conseguido un alto nivel técnico y táctico debido a las diversas tecnologías aplicadas en el proceso de entrenamiento, tanto en las divisiones inferiores como en las categorías profesionales. Estos procesos de entrenamiento incluyen el fortalecimiento del físico, el mejoramiento de la agilidad motriz y el incremento de la agilidad mental, así como la agudeza de los sentidos, y la vista es el más importante para alcanzar los niveles de competitividad requeridos por el deportista. Estos entrenamientos han logrado que el nivel del fútbol europeo alcance los mejores niveles mundiales al desempeñarse en el campo de juego y han obtenido extraordinarios resultados en los campeonatos que se disputan. Por tal razón, el fútbol europeo encanta a los aficionados, lo que convierte a ese deporte en un vistoso espectáculo y en un negocio lucrativo. Debido a ciertas debilidades en las técnicas del proceso de entrenamiento, así como en las técnicas de la agudización de los sentidos, especialmente el de la vista, el fútbol latinoamericano no se ha desarrollado de la misma manera que el fútbol europeo. Con solo aplicar más y mejores métodos de ejercicios visuales se puede alcanzar una mejora de hasta 15% en el rendimiento de los deportistas. Dicho de otra manera, los ejercicios visuales incrementan la probabilidad de los equipos latinoamericanos de mejorar sus resultados, que si solo entrenan el aspecto físico. Esto permitiría mejorar la competitividad del fútbol latinoamericano, y redundaría en beneficios para los jugadores, los equipos, los dirigentes y los aficionados a ese deporte. El problema que encuentra la mayoría de los clubes latinoamericanos en la implementación de los ejercicios visuales es el costo extra que le ocasiona a su planilla mensual, porque se deben cubrir honorarios de especialistas. Además implica disponibilidad de tiempo específico de los jugadores para que entrenen su visión de manera correcta; a esto se le suma el tiempo para realizar revisiones constantes con el optómetra y con el oftalmólogo.