Abstract:
La leche materna es el único alimento natural exclusivo que una madre puede ofrecer al recién nacido, ya que posee diversas sustancias y nutrientes como ácidos grasos saturados, colesterol, sodio, potasio, carbohidratos y proteínas. Dentro de las proteínas, contiene principalmente inmunoglobulinas, que su función es la protección contra infecciones y prevenir diversas patologías como gastrointestinales y respiratorias principalmente. Los Recién nacidos carecen de un sistema inmunológico desarrollado o maduro, y son altamente vulnerables a las infecciones primordialmente de origen bacteriano. Durante el período neonatal se produce la exposición del recién nacido, que posee un sistema inmunitario inmaduro, a una gran cantidad de microorganismos. Los agentes infectivos presentes en el ambiente y salas de parto son responsables de causar múltiples enfermedades infecciosas, tales como septicemia, meningitis, neumonía, infecciones dermatológicas, de la conjuntiva, del oído, entre otras. Estas infecciones son causadas en su mayoría por Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Salmonella spp, Shigella sp y Pseudomona aeruginosa. Para compensar esta situación, existen varios mecanismos orientados a proteger al lactante durante este período de vulnerabilidad. Asimismo, el calostro y la leche madura proveen protección extrauterina, lo cual actúa como agente importante en la prevención de infecciones neonatales por su capacidad antimicrobiana gracias a los componentes humorales y celulares que complementan el sistema inmunológico del recién nacido.