Abstract:
Las quemaduras químicas tanto por ácidos como por álcalis son verdaderas emergencias oftálmicas debido al potencial de daño corneal e intraocular permanente que conduce a una discapacidad visual o incluso a la ceguera. Cuando están involucrados álcalis y ácidos fuertes, la exposición significativa da como resultado lesiones graves tanto en la superficie ocular como en las estructuras intraoculares. En Estados Unidos este tipo de quemaduras es responsable del 7% al 18% de todos los traumas oculares presentados en sala de emergencia. Contribuye a la morbilidad y la severidad de lesiones oculares, así como secuelas debido a la poca conciencia sobre protección ocular en los distintos escenarios (medio laboral y el hogar). Aunque el resultado visual final está fuertemente relacionado con la gravedad y la naturaleza de la exposición química inicial, el pronóstico está muy influenciado por el momento del tratamiento apropiado.