Abstract:
La Inteligencia Artificial (IA) ha surgido como una tecnología transformadora en el campo de
la investigación, transformando los métodos convencionales de recolección, análisis y
diseminación de conocimiento (Holmes, Bialik y Fadel, 2019). Dentro del ámbito de la
investigación educativa, la IA proporciona oportunidades significativas para la optimización de
procesos, la mejora de la exactitud de los análisis y la generación de nuevas perspectivas sobre
fenómenos educativos complejos (Delen et al., 2024). Desde la automatización de revisiones
bibliográficas hasta el análisis predictivo de datos estudiantiles, las implementaciones de la IA
están reconfigurando la función de los investigadores en el ámbito educativo (Türkmen, G. 2024).
No obstante, la utilización eficaz de estas tecnologías demanda un conjunto particular de
competencias digitales, particularmente entre los educadores que llevan a cabo investigaciones
educativas, quienes se ven confrontados con retos singulares vinculados al acceso, la formación
y las consideraciones éticas (Ng, D. T. K., et al., 2023).