Abstract:
En los países en desarrollo durante los últimos años se ha observado un crecimiento constante de la población de adultos mayores. El aumento en la esperanza de vida, la disminución de muertes por enfermedades infectocontagiosas son algunos de los factores que influyen en esto. Sin embargo, a pesar de la importancia que ha cobrado el término de adulto mayor, este grupo poblacional resulta muchas veces discriminado tanto por la sociedad como por los individuos. Los estereotipos que tenemos acerca de algo alguien, influye positiva o negativamente al momento de que tomemos alguna opinión o decisión sobre esto. Al hablar del adulto mayor, algunas personas lo han relacionado con la muerte y el deterioro o decaimiento de la vida misma, tanto en términos físicos como sociales. Debido a este mal concepto se nos ha enseñado también que si esta viejo ya no sirve. Las oportunidades, laborales, económicas e incluso de salud de los adultos mayores, se ven afectadas por estos estereotipos negativos. Muchas veces escuchamos frases como “ya está viejo por eso no entiende”, “se va a morir porque ya está viejo”, “este viejo no se apura”, “para que le vas a hacer eso si igual ya está viejo”, “pobrecito el viejito”. En el caso específico del personal médico, los estereotipos negativos que estos tengan, pueden llegar a ser determinantes al momento de la toma de decisiones respecto a la conducta a seguir con los adultos mayores por lo que el tema resulta ser muy importante por la influencia que tiene en la salud del paciente. Sin embargo, actualmente existe muy poca o nula información acerca de los estereotipos negativos hacia el adulto mayor en el personal médico por lo que se decidió realizar la presente investigación en el Hospital del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social con sede en Retalhuleu